A continuación se muestran algunas obras.
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Mujer Morena
Técnica mixta.
Mujer con clavel
40 x 30 cm
Óleo sobre tabla
Florero con viento azul
92 x 73 cm
Técnica mixta sobre lienzo
Niños construyendo un castillo de arena.
81 x 100 cm
Técnica mixta sobre lienzo
La Pintura no ha sido fagocitada por los soportes digitales como en más o menos medida lo han sido otras artes como la Música, la Literatura, la Fotografía, el Cine y también gran parte de la Ciencia y otros ámbitos del Conocimiento humano. La Pintura se defiende brava y a zarpazo limpio de la imparable digitalización de casi todo; el plano pictórico es un campo sembrado de colores, texturas y formas que nacen, se reproducen y mueren como un ser vivo más...
"El equilibrio entre lo bien hecho y lo excesivamente bien hecho es parte de la clave: hay siempre que dejar un espacio al error, a la emoción, a la respiración. Tanto en el color como en el dibujo y en las formas. Si bloqueamos por completo estos tres puntos -error, emoción y respiración-, entonces la obra de arte está muerta. Muerta o bien nunca hubo nacido." © José Manuel Merello
"La composición lo es
todo. Una compensada composición de espacios, una equilibrada
composición en las líneas, una justa ponderación del color...todo,
absolutamente todo es composición en pintura"
© José Manuel Merello
"Todo arte implica
libertad, técnica y conocimiento. Sin libertad no hay expresión, sin
conocimiento no hay nada que expresar y sin técnica no hay forma de
expresarlo."
© José Manuel Merello
Mujer recostada
(92 x 73 cm)
Técnica mixta/Lienzo.
Mujer sentada frente a la ventana
(81 x 100 cm)
Técnica mixta/Lienzo
Paisaje malva de Cuenca
(81 x 100 cm)
Técnica mixta sobre lienzo.
Encuentro
(146 x 114 cm)
Técnica mixta sobre lienzo.
Mujer azul con flor
(100 x 81 cm)
Técnica mixta/Lienzo.
Mujer y el mar
Grafito sobre papel
Pinada en la Bahía de Jávea.
81 x 100 cm
Técnica mixta sobre lienzo
La Pintura no ha sido fagocitada por los soportes digitales como en más o menos medida lo han sido otras artes como la Música, la Literatura, la Fotografía, el Cine y también gran parte de la Ciencia y otros ámbitos del Conocimiento humano. La Pintura se defiende brava y a zarpazo limpio de la imparable digitalización de casi todo; el plano pictórico es un campo sembrado de colores, texturas y formas que nacen, se reproducen y mueren como un ser vivo más. En esta biología intrínseca de la Pintura, en este pálpito emotivo que ritmicamente cambia ante nuestros ojos de manera casi imperceptible es donde se esconde su secreto, su libertad, como se esconden en una tormenta fastuosa e imprevisible que nos envuelve y desborda o en un río manso que nos trae su delicado curso desde el manantial limpio del que brota. La digitalización, en arte, es una herramienta más, un medio nuevo para la expresión y para la evocación pero que no puede usurpar la química cambiante de la vida interna de un cuadro.
Al observar un cuadro se produce una concatenación fulgurante de estados que culminan en aquello que llamamos ARTE: hay un camino que inicialmente parte de la obra -gestada por el pensamiento y la técnica humana-, pasa por el ojo, para ser posteriormente descifrada por la mente en cuyo seno se crea la experiencia sublime del arte. Pero aunque no fuera sublime, aunque solo fuera un cuadro simple, el proceso mental existe igualmente de manera que sus cambios, sus desniveles en la textura, la luz depositada que varía su color dependiendo del ángulo más o menos rasante con que lo miremos, finalmente, regulen y den sentido y forma a una experiencia mental y sensorial que es viva e imposible de fijar en un archivo digital. Pudiera ser que la inteligencia artificial, que ya lo intenta, consiguiera finalmente engañarnos y crear soportes y espacios pictóricos vivos y cambiantes en lo que le es propio a la Pintura -color, forma y textura- de forma que nos pareciese estar ante algo real y único; es el mismo dilema que el del robot, que por perfecto que sea no alcanza lo humano.
Mientras sean herramientas para lo humano no habrá dilema, pero si la herramienta lo sobrepasa entonces estaremos sin duda en otro ámbito que muy probablemente ya no interese discutir porque sería hacerlo con una nueva realidad, aunque bifurcada y parida de la nuestra, pero ya con vida propia y códigos nuevos. Entonces no cabrán la duda, ni el error, no cabrán distintas percepciones, ni emociones; no habrá espiritualidad ni respiración y será sin duda un mundo nuevo regido por otras reglas imposibles de juzgar desde la biología humana: sería como intentar juzgar si a un ave del paraíso le conviene tener su pico nacarado y sus alas multicolor o debiera tener manos y boca de alienígena.
La Pintura está en estas. Es lo puro vivo, la pulpa de luz que tintinea sobre un plano. Y su visión digital en un ordenador o cualquier medio de reproducción no será nunca más que un eco, lejano, de su poderosa presencia. © José Manuel Merello
EL DIBUJO ORGULLOSO
"Si no sabes dibujar, olvídate de pintar. Pero no creas que un buen dibujo es un simple boceto previo; ni un habilidoso ejercicio de representación realista de nada. Un buen dibujo existe por sí mismo sin deberle lo más mínimo a ninguna corriente artística ni a ningún concepto estético; es color sin color, pintura sin pintura. Un buen dibujo, en su extrema sencillez, lo es todo en Arte." © José Manuel Merello